Después de haber leido ya no se cuantas veces el libro El Profeta de Khalil Gibran. Pude leer la continuación de este, El jardin del Profeta lo bueno que del mismo autor. Este gran escritor libanes es uno de mis favoritos. Aunque lamentablemente su mano dejo de escribir en el mismo momento en que su alma dejo el cuerpo, sus versos en forma de parabola no dejan de tener magia, encanto y realidad.
Considero que aunque el primero me lleno más (tal vez por las condiciones históricas en las que me encontraba), este no dejo de aclarar y de permitirme reencontrar ideales y pensamientos. Almustafá, nombre que representa al profeta, lleva clavado la necesidad del conocimiento de las cosas y sus verdades. De una forma sencilla (a mi manera de percibir) y amena el autor desborda la esencia de la humanidad desde la espiritualidad. Oraciones como, porque su pan es el pan de la soledad, y su copa está llena del vino del recuerdo, que desea beber a solas. Dicen much acerca de la esencia de la humanidad. Recomiendo leerlo y vivirlo, para encontrar el sentido en sus palabras, en sus oraciones en sus emociones.
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